viernes, septiembre 30, 2005

Hace tiempo

Hace tiempo alguien me dijo:
"No temas nunca más..." y el miedo se fué...
"Ya no cierres la ventana..." y el cristal estalló en mil pedazos...
"No me sueltes..." y me aferre a él con todas mis fuerzas...
Y soñamos...
Y fué hermoso...
Desgraciadamente me dí cuenta de que ya no puedo más...
es tiempo de despertar al corazón y matar al amor...

Y duele...

aún duele demasiado...

viernes, septiembre 23, 2005

De rolas y rolas

Me arriesgaré y me quedare tan cerca
Como el cuidado me lo permita
No permitiré que te alejes más nunca más de mí.
Yo meteré mis ojillos al mar
Para que tú te amanezcas a mi lado amor
No te alejes no, nunca lo hagas no, nunca más de mí.
Me gusta, me gusta... jejeje

¿Porqué?

Me preguntaron por qué me iba...
y mentí en todas y cada una de mis respuestas

miércoles, septiembre 21, 2005

Los derechos del lector

1. El derecho a no leer. La libertad de escribir no debe ir acompañada del deber de leer. Se evitará considerar a priori a cualquier individuo que no lee, un bruto potencial o un cretino contumaz.
2. El derecho a saltarse las páginas. Uno puede saltarse perfectamente los párrafos, páginas o partes del libro que no le interesan.
3. El derecho a no terminar un libro. Hay 36.000 motivos para abandonar un libro antes del final: la historia no interesa, sensación de haberla leído antes, no gusta el tema... ¿Un libro se nos cae de la mano? Que se caiga.
4. El derecho a releer. Se puede releer simplemente por el placer de la repetición, la alegría del reencuentro.
5. El derecho a leer cualquier cosa. Se pueden leer malas novelas. A cierta edad pueden estimular el saludable vicio de la lectura.
6. El derecho al bovarismo [1]. La satisfacción inmediata y exclusiva de las sensaciones. No porque una joven coleccione novelas rosas acabará tragándose una cuchara de arsénico.
7. El derecho a leer en cualquier lugar. Un ejemplo vale más que mil palabras: el soldado Fulano se presenta voluntario para limpiar las letrinas. Es un trabajo despreciable pero rápido. Un cuarto de hora de bayeta le permite leer las obras completas de Gógol.
8. El derecho a hojear. Coger cualquier volumen de la biblioteca y hojearlo. Se puede abrir Proust, Shakespeare o Chandler por cualquier parte; seguro que proporciona cinco minutos interesantes.
9. El derecho a leer en voz alta. Leer en voz alta para uno mismo o para los otros es un ejercicio estimulante.
10. El derecho a callarnos. Absoluto derecho a no opinar sobre lo que se ha leído
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[1] Enfermedad de transmisión textual
no admito dictaduras
ni apruebo sus torturas
no admito imposiciones
que para algo están
mis pantalones

no admito hipocresí­as
medias verdades que son mentiras
no admito sinrazones
yo hablo el lenguaje de los corazones

y yo no me callo
sigo al frente y aún de pie
y yo no me marcho
no concedo, no
no me vendo, no
no me quedo en el intento

No, no es de Shakira, jajajaja

martes, septiembre 13, 2005

Ilumíname

Mira que me pierdo en la ciudad,
mira que estos pasos al vacío
saben que perdí la dirección,
abre una rendija nada más,
sálvame el instinto de crecer, ilumíname.
Ilumíname con tu cara bella,
riega en el camino polvo de estrella,
llévate después mi voz y mi piel, pero hoy...
Ilumina el mundo con tu mirada,
riega con tu lumbre la madrugada,
llévate después mi voz y mi piel, pero hoy
ilumíname, pero ilumíname.
Mira que está aquí la soledad,
mira que me acechan sus ladridos,
mira, ya se duerme la ciudad,
abre una rendija nada más,
sálvame el instinto de crecer, ilumíname.
Ilumíname con tu cara bella,
riega en el camino polvo de estrella,
llévate después mi voz y mi piel, pero hoy...
Ilumina el mundo con tu mirada
riega con tu lumbre la madrugada,
llévate después mi voz y mi piel, pero hoy
ilumíname, pero ilumíname.

¡Todo era amor... amor!

¡Todo era amor... amor! No había nada más que amor. En todas partes se encontraba amor. No se podía hablar más que de amor.
Amor pasado por agua, a la vainilla, amor al portador, amor a plazos. Amor analizable, analizado, amor ultramarino. Amor ecuestre.
Amor de cartón, piedra, amor con leche... lleno de prevenciones, de preventivos, lleno de cortocircuitos, de cortapisas.
Amor con una gran M, con una M mayúscula, chorreando de merengue, cubierto de flores blancas...Amor espermatozoico, esperantista. Amor desinfectado, amor untuoso...
Amor con sus accesorios, con sus repuestos; con sus faltas de puntualidad, de ortografía; con sus interrupciones cardíacas y telefónicas.
Amor que incendia el corazón de los orangutanes, de los bomberos. Amor que exalta el canto de las ranas bajo las ramas, que arranca los botones de los botines, que se alimenta de encelo y de ensalada.
Amor impostergable y amor impuesto. Amor incandescente y amor incauto. Amor indeformable. Amor desnudo. Amor-amor que es amor, Amor y amor... ¡y nada más que amor!

lunes, septiembre 12, 2005

Todo el amor del mundo está tiritando

Te amo
no puedo engañarme
ni un segundo más;
mi encuentro con el pasado
no fue más que
una vaga ilusión.

martes, septiembre 06, 2005

Testamento

Como la muerte anda en secreto
y no se sabe qué mañana,
yo voy a hacer mi testamento,
a repartir lo que me falta
pues lo que tuve ya está hecho,
ya está abrigado,
ya está en casa.
Yo voy a hacer mi testamento
para cerrar cuentas soñadas.
Le debo una canción a la sonrisa,
a la sonrisa de manantial, esa que salta
le debo una canción a toda prisa
para que quede que estuvo cerca, agazapada.
Le debo una canción a lo que supe,
a lo que supe y no pudo ser más que silencio
le debo una canción, una que ocupe
la cantidad de mordazamor de un juramento.
Les debo una canción a los pecados,
a los pecados que no gasté, los que no pude
les debo una canción, no como hermana,
sólo de sal que el delectador también alude.
Le debo una canción a la mentira,
a la mentira pequeña, frágil, casi salva
le debo una canción endurecida,
una canción asesina, bruta, sanguinaria.
Le debo una canción al oportuno,
al oportuno mutilador de cuanta ala
le debo una canción de tono oscuro
que lo encadene a vagar su eterna madrugada.
Le debo una canción a las fronteras,
a las fronteras humanas, no a las del misterio
les debo una canción tan poco nueva
como la voz más elemental de los colegios.
Le debo una canción a una bala,
a un proyectil que debió esperarme en una selva
le debo una canción desesperada,
desesperada por no poder llegar a verla.
Le debo una canción al compañero,
al compañero de riesgos, al de la victoria
le debo una canción de canto nuevo,
una bandera común que vuele con la historia.
Le debo una canción, una, a la muerte,
una a la muerte voraz que se comerá tanto
le debo una canción en que hunda el diente
y luego esparza con la explosión fuegos del canto.
Le debo una canción a lo imposible,
a la estrella, al sueño que nos lanza
le debo una canción indescriptible
como una vela inflamada en vientos de esperanza.

jueves, septiembre 01, 2005

La superpotencia en caos


Miles de ciudadanos que no pudieron salir de sus poblaciones por falta de vehículos y recursos han nutrido las cifras de muertos y desaparecidos en el estado norteamericano de Nueva Orleáns con la llegada del huracán Katrina. La cadena local WDSU señaló que el Superdome, el estadio cubierto donde se refugiaron 30 mil personas que no pudieron huir de la ciudad, estaba cercado por inundaciones de un metro de agua y había perdido grandes porciones de lámina de su techo. Los baños también colapsaron.

Los funcionarios dijeron que entre 20.000 y 30.000 personas estaban refugiadas en un estadio de fútbol americano gigante y que la gente se estaba poniendo impaciente porque no tenía electricidad ni aire acondicionado, mientras crecían las pilas de basura y el lugar quedaba en condiciones insalubres.

A principios de este mes, la Guardia Nacional de Louisiana se quejó públicamente de que la mayoría de su equipamiento estaba en Irak. La filial local de la cadena de noticias ABC informó que decenas de vehículos anfibios, jeeps Humvee, unidades abastecedoras de aeronaves y generadores están fuera del país por lo que no podrán participar en las acciones de prevención y actuación frente al huracán Katrina.

Eso sucede en el país más poderoso del mundo, que gasta 5,600 millones de dólares al mes por mantener la invasión de Irak y vendió12,400 millones de dólares en armas el pasado año. Donde su presidente pasa cien días al año de vacaciones en su racho de Texas, desde donde ahora parece que ha decidido salir.

¿Dónde están los supercampeones?
¿Dónde está la policia del mundo?
¿Dónde están los millones de dólares?
¿Dónde está la superpotencia?

¿Tanto para nada?, al final sólo tristeza...
Mi pensamiento para los miles de personas que están sufriendo...