jueves, octubre 19, 2006

De laberintos...



Piérdeme...

Piérdeme y déjame encontrarme en tí...

Laberintos...

Hay silencios que de pronto dicen tanto... silencios que se expanden sin control y forman laberintos; laberintos en los que una entra e irremediablemente se pierde -e inexplicablemente no tiene ganas de encontrarse- laberintos en donde una puede hacer magia y adoptar mil y un formas fantásticas y librar batallas encarnizadas con dragones y salir victoriosa, laberintos en los que todo es posible, todo, incluso encontrarse; aun que solo sea para darse cuenta de que se sigue estando irremediablemente perdida...

Hablando de laberintos; hay otros en los que una entra a tientas, de puntitas y sin hacer ruido, con ese miedo que da lo desconocido... donde, en el afán de encontrar el camino de regreso a casa una hace como en aquél cuento y tira migajitas de pan para no perderse del todo, sin contar con que hay aves cómplices de aquello que algunos gustamos de llamar destino, o de las ninfas, o de la luna o los duendes; y de pronto una voltea y aquel camino de migajas de pan no existe, ha desaparecido; y una mira a su alrededor, se sienta al borde del camino y se vuelve a encontrar irremediablemente perdida...

Hay unos más que son laberintos de sueños, pero laberintos al fin y al cabo... lugares oscuros como la noche que lleva los ecos del silencio hasta tus oidos, de donde nacen mis suspiros y tus ganas, lugares como mi burbuja y la tuya, en donde caben dos corazones que se alimentan y se matan y se devuelven la vida una y otra vez... lugares donde puedes darte cuenta de que definitivamente silencios y silencios no es lo mismo -y sé que sabes bien a qué me refiero- lugares donde la luna se vuelve cómplice callada y las noches son testigos de los cuentos que se escriben en la piel... lugares en donde una suele saberse perdida... sí, perdida e irremediablemente enamorada...

Esta noche quiero un cuento antes de dormir...

Mejor cuéntame uno para NO dormir, de esos que duran toda la noche... de esos que te dicta el silencio... de esos que saben a tu sudor mezclado con mi sudor... susúrralo en mi oído, escríbelo sobre mi piel...