Me he quedado sin pulso y sin aliento
separado de ti.
Cuando respiro,
el aire se me vuelve en un suspiro
y en polvo el corazón de desaliento.
No es que sienta tu ausencia el sentimiento.
Es que la siente el cuerpo.
No te miro.
No te puedo tocar por más que estiro
los brazos como un ciego contra el viento.
Todo estaba detrás de tu figura.
Ausente tú, detrás todo de nada,
borroso yermo en el que desespero.
Ya no tiene paisaje mi amargura.
Prendida de tu ausencia mi mirada,
contra todo me doy, ciego me hiero.
miércoles, enero 11, 2006
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
con un buen arreglo de guitarra y aguardiente queda muy bien.
Publicar un comentario