¿Qué se puede decir en un día como ayer? ¿es preferible caer en el juego comercial y ceder a una vorágine imparable de consumo donde tanto lo orgánico como lo inorgánico son productos y mercancías de consumo? ¿O sería mejor decir que todo está mal, que todo es parte de una confabulación de los grandes capitales para convencernos e imponernos la idea de que hoy debemos desenvainar nuestras carteras y consumir hartas cantidades de carbohidratos, adquirir inútiles flores de ornato, cenar en un restaurante exótico acompañados de ese ser humano cuya presencia al menos en teoría consigue alterar ciertas funciones fisiológicas de nuestra anatomía y después dirigirnos a algún hostal, hotel o algún otro comercio de la pernoctación con enfoque sensualoide para tener sexo mientras nos imaginamos en una perspectiva de tercera persona con cortes difuminados como película cursi de Leonardo DiCaprio? El juego del consumo o el juego de la rebeldía sosa que nos hace sentir tan singulares cuando en realidad son tantos los que dicen despreciar el 14 de febrero como los que se emocionan comprando tarjetas, paletas y chocolates con forma de corazón. Al carajo. Mejor no decir nada. El día es tan vacío que todo lo que se diga a favor o en contra será igual de estúpido y fútil (deberían cambiarle el nombre de "Día de San Valentín" a "Día de Moderatto", sería más apropiado). Si acaso me quedaría con el sexo y ya.
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Disculpen la amargura, no me pude resistir, jajajaja, pero al menos lo hice un día después para no afectar la sensibilidad de nadie, jejejeje
3 comentarios:
Uuuuuuuu, jejeje, fuertes declaraciones. Jajaja, yo tampoco soy un seguidor fiel de San Valentín, de hecho en algunas épocas pasadas pensaba en hacerme el loco para evitar incurrir en gastos en esa fecha. Y bueno, de alguna forma si alcanzo a ver el negocio que implica esta fecha, así como muchas otras.
Sin embargo me parece que a algunas personas, como a mi tía "Mely", una viejita de ochenta años, le encantaba la fecha, se levantaba muy de madrugada hacía chocolate de ese que hay que batir, compraba pancito, de ese que no se come todos los días, sólo para una ocasión especial y nos esperaba a todos a la hora de la cena o del café con algún regalito que casi siempre eran chocolates, ella decía que el chocolate endulza la vida :)
Alcanzo a acordarme de ella y sus fiestas desde los siete, tal vez ocho años, y me duraron casi hasta los veinte..... me dí cuenta que a veces un corazón noble, noble de verdad, de esos corazones que casi solo tienen los abuelitos, logra amortiguar un poquito esos negocios feos que nos inducen a gastar de más, y ahora en verdad que echo mucho de menos a mi tía y sus tradicionales "cafecitos del 14" jajajaja, por cierto, en su nueva casa además de su nombre también dice "la tía Valentina" :)
Uuuuu, fuertes comentarios jiji. Me tinca que ya pronto no vai a pensar lo mismo o tal vez si pero se de alguien que podria hacerte cambiar ese panorama... jijiji ;)
Oye Aprendiz, tal vez te intenten romper la escoba y quieran vedarte los vuelos de 8 a 5. PEro no podrán evitar que sigas dibujando tu perfil elevado en mi cielo. No dejes de volar, vuela, vuela y vuela, ilumina mi camino con tu estela de claridad....... vuela y vuela y vuela, sigue regando tus frases en las nubes de mis sueños, yo quiero que me siga lloviendo de colores.
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