martes, marzo 07, 2006

Inventario

- Un par de oídos necios que se rehusan a escuchar graves.
- Dos ojos que han dejado de ver de cerca, para extrañar de lejos.
- Una mano llorosa y otra sangrando.
- Unos pies cansados de andar en terracería.
- Unos hombros desnudos hechos de lluvia.
- Una espalda de cristal, deteriorada por el viento.
- Una cadera de plastilina.
- Una cintura de sueños, con un ombligo desierto.
- Un corazón roído por sueños ajenos.
- Una boca sabor a cereza.
- Un cuello necesitado de caricias.
- Un par de muslos congelados de ausencia.


... y un ala rota,
carente de vuelo

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Y bueno, me parece un inventario igual entretenido, pero no te sirve de nada, si no lo compartes con quien te ama hoy y ahora.

Anónimo dijo...

Conozco alguien que se muere por renovar tu inventario, los inventarios que no se renuevan, se estropean gallita. Ven a Stgo y cambia ese inventario por puros productos nuevos y relucientes, amorosos y renovados y llenate el stock, estoy seguro que el esta impaciente por hacerlo.

Anónimo dijo...

"y un ala rota carente de vuelo"....... :(

Si no puedes volar, no importa, acércate a mí, yo te ayudaré y tu ala rota sanará... ¡lo prometo!

Anónimo dijo...

Ésto me recordó al recuento mental que uno suele hacerse cerca de fin de año, aunque yo en lo personal lo hacía cuando estaba más cerca la navidad. Ése momento en el cual uno empieza a recordar las cosas que habría querido hacer, las que sí hizo y las cosas que durante ese año se perdieron y que tal vez no se vuelvan a hacer o a ver. Y bueno, yo soy nada de romántico creo yo, pero sí creo que en cualquier inventario personal debe existir una o dos dosis de amor. No ocupa mucho espacio, a veces es entretenido canjearlo por más amor y hacer trueques de lo mismo. Creo que hay que llevar siempre unas dosis de amor con la etiqueta "de mí para tí", llevarlo siempre con uno, no sea que un día alguien nos ofrezca unas dosis y no tengamos cómo hacer el trueque.
Yo ya hacía mucho que no llevaba mis dosis de amor, pensé que se me habían agotado hace unos años, luego pensé que sí tenía unas por allí y ahora empiezo a sospechar que hay diferentes colores y sabores y versiones de esas dosis, a veces aunque las tengas las dosis, no las puedes canjear.