miércoles, marzo 15, 2006

Un día en la vida, ¿difícil?

Abro los ojos, se me olvidó lo que soñé, maldigo al despertador, al frío de la mañana y al remolino de cobijas que juegan con mi desorientado cuerpo en medio de la cama.

Me miro al espejo solamente para corroborar que es el enésimo día seguido que no tengo respuestas claras a mis dudas. Me dá pereza desayunar, me como lo que puedo a lo rápido.

De camino al trabajo, sin solicitud, un pequeño pensamiento me fulmina en un instante, un segundo, como si fuera una aguja que se incrusta en mi materia gris, pero ese recuerdo se volatiza acabando con un monólogo silencioso que sólo yo escucho, mientras me repito: -vaya con esta historia loca-. Te medio-sonríes.

Llego, saludo, divago, leo, escribo, me siento, me río.
Un café a media mañana, -no, hoy invito yo-, una charla sobre nada importante, sobre algo sumamente importante. Un café que ya se terminó.

De regreso, sin mucho por hacer, una tentación a dar un vistazo a la red: -¿y cómo andará?-. Un zoom a mi mano derecha mientras va dejando caer clicks de ratón. Ahora es la pantalla quien me mira y no al revés. No me concentro mientras leo. Divago, salto a otras páginas, regreso y voy, me detengo, me enfoco, me prolongo.

Almuerzo, así de simple, almuerzo.
Respiro, juego.
Me prometo regresar temprano a la noche, vuelvo a repetir el ritual de la tarde. -suena la sirena, de vuelta al trabajo-

Estoy densa.
El teléfono.
"Como esperando abril" en la radio.
El mail de aquella que no me escribía de hace tiempo.
La bulldog que se le ocurre hacer cambios a última hora.
La sonora risotada por algo que los demás no le encuentran sentido.
El teléfono otra vez.
El Alien que me visita.
Dejo de estar deeensa.
Una que otra llave/clave/signo que se asoma tímidamente.
Un jodido proyecto pendiente de entregar, de cumplir, una fecha retrasada.
“Mariposas” en la radio.
Un atardecer que no pude ver.
Esto se acaba.
En el cubo de 4 x 4 x 2 que intenta ser dormitorio me acomodo, la tele, el control remoto y el reportaje de turno.
Con la pijama puesta exijo traer a la superficie ese recuerdo instantáneo de la mañana. Recreo en la mente que estuve a punto de poner un comentario, un mail, un mensaje; pero no, me dá pereza, y no me dá pereza... los miedos, los respetos, las explicaciones aclaratorias innecesarias que se contraponen con el deseo de decir algunas cosas que ya sabes pero que no me canso de decirlas. Tu lo sabes. Yo lo sé. …Y de decir otra cosas que no sabes y que moriría porque las sepas - Y de tu curiosidad por lo mío-
Un mail o un .doc parado en la frontera divisoria con un pié en el "Enviar" y otro en el "Cancelar". Pienso: -dejemos que siga así, más adelante lo resolveré-, duele, aunque menos que antes. Es el precio que yo he pagado por abrirte mi ventana de la verdad, mi megaembalse.
Me rezo, y aplico “las dos cosas”: quiero y estoy.
Me duermo y sueño, me arremolino giratoriamente.
Mientras tanto la luna me ve. Yo te veo.
La noche es. Yo soy, y también además soy con ella.
Mientras tanto yo pienso. Yo extraño, yo oigo "Donde habita el olvido", yo me drogo con cafeína, y yo te escribo esto.
Mientras tanto me doy cuenta que otra vez, otra puta y cabrona vez he roto mis propias promesas. heme aquí.
Me relajo, me acuerdo, me sonrío… me hiero, me duelo y existo.
Raro.
Inexplicable.
Abstracto.
Distante.
Real.
Intenso.
El día es. La luz es. Yo no soy ninguna.
Lees esto, lees entre líneas, te detienes en este punto, si, justo aquí.
No sé si ese mail llegará...
Quizás ahora estés leyendo todo, otra vez desde el principio.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

guaaaaaaaaaaaa..... total, esto es sentimiento puro, hasta me dio penita otra vez, he estado sintiendo mucha penita tomandolos a uds dos como inspiracion, mi mejor amigo y mi amiga mexicana... pucha oooooooohhh, ya no me quiero sentir conpenita, quiero sentirme refeliii feliii por los dos... pero ahora mismo, luego de leer algunas cositas aqui y en el foro... toi mas tiste que la ñoñi :(

Anónimo dijo...

Y no sé viste, yo no estoy triste, porque a pesar de todo se y estoy reseguro que la decision para por ellos dos. Al final de cuentas, tal vez tengan que evaluar algunas cosas y tal vez pasarse dos semanas mas de meditacion y de "busqueda de señales" o escarbando en sus corazones, o dudando entre enviar o no enviar un mail o un documento, o sintiendo miles de pinchazos que dibujan sonrisas o lo que sea, pero la decision sigue siendo de ellos. lo que si es que quiero verlos felices.