Aunque este de moda

...que morirse de amor está de moda pero yo por más que me apachurré el pecho después del disparo que me diste, no me funcionó. Será que eso de seguir protocolos y las reglas de los demás, nunca se me dió y el cuerpo, hasta en el último respiro, se negó a dejarme ser parte del común denominador.Será eso o que, valiendo la ironía, me acostumbré a no acostumbrarme a tí y ahora, en lo que me he especializado, es en intentar entender a aquellos que se pegan como sanguijuelas con los labios en los lugares públicos (causándome cierto repudio, si sincera he de ser), los mismos que toman sus bebidas con dos popotes o, incluso que, llegando a límites que mi cerebro no puede comprender, rozan la mejilla del otro con su nariz. ¿Habrá pasado esto cuando la lavadora me destrozó las ganas en aquella blusa roja o habrá sido la cantidad extra de salsa que puse en las quesadillas del mes pasado que me causaron agruras en las vísceras? ¿O habré sido yo misma aquella noche que sonámbula me arranqué el corazón?