A veces les envidio esa forma de revisar la hora; como si voltear la muñeca y observar dos manecillas marcara el resto de sus días o de su vida misma. "El tiempo es muy suyo", siempre repito en la cabeza desde que leí Alicia en el País de las Maravillas, juzgando como un sólo reloj les diera la sensación misma de poder controlar el tiempo.
Durante buena parte de mi vida, no compré uno y recuerdo que todos los que me regalaron no los utilicé más de dos días con excepción de uno: el negro con extensible rojo que cerraba con velcro y que combinaba perfectamente con los tenis que usé durante años a pesar de lo viejo que se veían ya.
Y ahora que recapitulo sobre aquél viejo reloj, que aún roto seguí usando, recuerdo la única razón por la que lo porté durante tantos años sin sentir culpa: era una búsqueda y entrega al tiempo mismo al que le agradecía infinitamente me hubiera puesto en ese mismo lugar.
Hace más de un año y medio que mi muñeca derecha guarda celosamente una estrella con una leyenda: "sueña", mientras que la derecha, aunque deseosa de sentir gratitud por el espacio ofrecido, prefiere mantenerse libre, a la espera de otro reloj que, nunca sustiyendo al otro, pueda ofrecerle un poco de más allá que no sea un aquí...
Y yo, a veces, les envidio ese deseo de dependencia.
sábado, marzo 03, 2007
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1 comentario:
Cuando estás seguro de lo que quieres, pierdes un poco la noción del tiempo. Y dejas de depender de él.
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